Bilingüismo

Concepto

El término bilingüismo, derivado del latín bilinguis, hace referencia a la capacidad de un sujeto para comunicarse de forma indistinta e independiente en dos lenguas diferentes. Por lo tanto, dicha noción está asociada a la idea de manejar perfectamente dos lenguas, esto es, que un individuo pueda expresarse sin problema alguno y con total fluidez en ambos idiomas.

Existen diversas aproximaciones al concepto de bilingüismo. Así, según Weinreich (1974: 69), se considera bilingüismo el «proceso de usar dos idiomas alternamente». En esta misma línea se inscriben M. Siguán y W. Mackey (1986: 34), para quienes es bilingüe «aquella persona que, además de la competencia que posee en su primera lengua, presenta una competencia similar en otra, que puede utilizar con semejante eficacia». Grosjean (1985: 471), por otra parte, afirma que bilingüe «es alguien que puede funcionar en cada idioma de acuerdo con sus necesidades». Finalmente, Mac- namara (1969: 80) considera que es bilingüe aquel «que posee al menos una de las habilidades en otro idioma».

Análisis

Pese a dichas apreciaciones, todas las definiciones comparten un elemento común, el hecho de que el bilingüismo se produce al utilizar dos idiomas, a pesar de que estos autores difieren sobre otros aspectos que podrían considerarse bilingüismo. Por consiguiente, no cabe esperar que exista una única definición del término, pues la misma depende en gran medida del contexto en el cual se maneja.

De hecho, dos de las definiciones más extendidas acogen diferentes aportaciones al término bilingüismo: el bilingüismo nativo, cuando se es bilingüe por nacimiento (una persona cuyos padres son mexicanos, pero que se cría en Estados Unidos) o el bilingüismo adquirido, cuando una persona domina una segunda lengua a la perfección, además de su propia lengua nativa. En el primer caso, se hace referencia inequívoca a la coexistencia de dos lenguas en un mismo territorio, poseyendo, por consiguiente, una vertiente individual, mientras que el segundo caso se refiere al matiz social del término, siendo este tipo de bilingüismo objeto de estudio de distintas disciplinas, tales como la sociolingüística, la psicolingüística, la neurolingüística, la pedagogía, etc.

Implicaciones

Existen numerosos tipos de bilingüismo más allá de la definición propia del término, compartiendo todos ellos un denominador común: la idea de que la competencia bilingüe de un individuo es variable a lo largo de su vida. Entre dichos tipos podemos señalar los siguientes:

Bilingüismo equilibrado: alude a la alta competencia, similar en las dos lenguas, que un hablante posee, así como al uso eficaz de ambas lenguas en circunstancias diversas.

Bilingüismo productivo: hace referencia a la capacidad de un individuo para desarrollar las cuatro destrezas comunicativas, esto es, escuchar, hablar, leer y escribir, en dos lenguas de manera eficaz y adecuada.

Bilingüismo receptivo: supone que el sujeto, competente en su primera lengua, muestra capacidad para escuchar y leer en la segunda, pero no así para hablarla ni escribirla.

Bilingüismo fluido, poco fluido e incipiente: implican aquellas circunstancias o situaciones en las que los sujetos muestran una progresiva dependencia de su lengua dominante.

Bilingüismo funcional: consiste en el uso efectivo que de las dos lenguas hace el individuo en cualquier situación o contexto comunicativo.

Por otra parte, también cabe destacar los distintos modelos explicativos del funcionamiento cognitivo del sujeto bilingüe. Tal y como señala Moreno Fernández (1998), mientras para unos las dos lenguas operan de forma aislada en el individuo, como si este poseyera dos cerebros yuxtapuestos (teoría de la competencia subyacente separada), para otros, la mente posee un sistema operativo central, común a las dos lenguas, que permite el tránsito de conocimientos y conceptos entre las dos (teoría de la competencia subyacente común). La constatación de que parte de lo aprendido en una lengua se transfiere a la otra refuerza esta última hipótesis. No obstante, y profundizando en ella, se ha observado que la competencia de los niños en la segunda lengua depende del nivel de competencia lingüístico-cognitiva que hayan desarrollado a través de la primera, así como del grado de exigencia cognitiva y de contextualización de la tarea que se les exija (teoría de la interdependencia evolutiva).

Referencias

Baker, C. (1993). Fundamentos de educación bilingüe y bilingüismo. Madrid:Ediciones Cátedra.

Bhatia, K. and Ritchie, W. C. (eds.) (2004). The handbook of Bilingualism. Oxford:Blackwell Publishing.

Grosjean, F. (1982). Life with Two Languages: Introduction to Bilingualism.Harvard: Harvard University Press.

Grosjean, F. (1985), «The Bilingual as a Competent
but Specific Speaker-Hearer»,
Journal of Multilingual and Multicultural
Development, 6 (6), pp. 467-477.

Macnamara, J. (1969), «How can one measure
the extent of a person’s bilingual
proficiency?», en Kelly, L. G. (ed.), Description
and Measurement of Bilingualism:
An International Seminar, pp. 80-97,
Toronto: University of Toronto Press.

Moreno Fernández, F. (1998), Principios de
sociolingüística y sociología del lenguaje,
Barcelona: Ariel.

Siguán, M. y Mackey, W. F. (1986), Educación
y bilingüismo, Madrid: Santillana, Unesco.

Weinreich, U. (1974). Lenguas en contacto. Caracas: Universidad Central de Venezuela.

Weinreich, U. (1974), Lenguas en contacto,
Caracas: Universidad Central de Venezuela.

Fecha de ultima modificación: 2014-02-25