Concepto

Los dispositivos de lectura son aparatos electrónicos creados específicamente para la lectura o aquellos que entre sus programas incluyen los que permiten la lectura. Además deben permitir almacenar, reproducir y leer libros, y otro tipo de documentos de carácter textual y multimedia. Generalmente su tamaño es reducido y permiten la portabilidad.

Este tipo de dispositivos también reciben el nombre de libro electrónico, por lo que se genera confusión entre el continente, que es el dispositivo, y el contenido. Esta confusión está patente en el Diccionario de la Real Academia de la Lengua desde la versión digital del verano de 2010 y se mantendrá en posteriores versiones.

El origen de estos dispositivos se sitúa a finales del siglo XX, aunque los primeros prototipos fracasaron por la carencia de un mercado suficientemente maduro, por la inexistencia de una oferta rica y variada y por el uso de tecnologías rudimentarias para conseguir cautivar a un público emergente.

Desde un principio se buscó que estos dispositivos móviles tuvieran gran capacidad de almacenamiento y un consumo bajo de energía, de tal manera que se permitiera la lectura prolongada. El invento asociado a ellos más importante es el de la tinta electrónica, que facilita tanto un bajo consumo de energía como una calidad de la lectura eficiente, y que constituye el punto de inflexión en la marcha de la lectura electrónica.

El desarrollo de modelos cada vez más depurados en la experiencia de lectura, desarrollados por Amazon, Barnes and Noble, Kobo y otras marcas muestra la existencia de un mercado maduro y consolidado en el consumo de los mismos. Ello no es óbice para que la tendencia dominante, según muestran todos los estudios de mercado, sea la de una cierta desaceleración del mercado de los dispositivos de tinta electrónica y un crecimiento del mercado de las tabletas.

 

Análisis

Se puede establecer una distinción de los dispositivos en función de la utilidad de los mismos, distinguiendo entre los que han sido concebidos exclusivamente para la lectura, como es el caso de los lectores electrónicos (e-reader), y aquellos que ofrecen un abanico más o menos amplio de posibilidades, como llamadas telefónicas, agenda, juegos, conexión a Internet, entre las que se encuentra la lectura; en este grupo se engloban las tabletas, los móviles inteligentes (smartphones) y PDA. Estos últimos aparatos ofrecen un número mayor de aplicaciones que los de solo lectura, además de permitir la lectura enriquecida.

En cuanto a los de solo lectura, cuentan con un programa preinstalado del que como mucho puede actualizarse la versión y cuyas interfaces son muy rudimentarias, sin apenas posibilidades y donde la navegación por los contenidos es lenta e incluso compleja; sobre todo en el caso de los dispositivos que no son táctiles, puede llegar a resultar un tanto complicada.

Implicaciones

En la evaluación de este tipo de dispositivos es necesario tener en cuenta el tamaño (aproximadamente como media las 7 pulgadas para los lectores electrónicos y las 10 para tabletas) y el peso de los mismos (aproximadamente 150 gramos para los lectores electrónicos y unos 500 gramos para las tabletas, aunque estará en función del tamaño), la tecnología de la pantalla (reflectivas en el caso de los lectores electrónicos y emisivas en el de las tabletas), el acceso a la información (táctil o mediante botones), los formatos de lectura (PDF, EPUB, AZW, PRC...), la capacidad de almacenamiento, la tecnología de la batería, el sistema operativo en el que se basa (Linux es el más frecuente para lectores electrónicos y Android e iOs para tabletas) y slot (sistemas para conectar a otros dispositivos como cascos de audio, micrófonos...).

El catálogo en el mercado de estos dispositivos ha evolucionado muy rápidamente propiciando cambios acelerados en poco tiempo. Nate Hoffelder (2012) habla de «eReader Bubble», para referirse al período transcurrido entre mediados de 2008 y mediados de 2010, un período marcado por la efervescencia de prototipos de corta duración, por las innovaciones de carácter prospectivo y por las experimentaciones con sistemas y formatos que no siempre han acabado de cuajar. Ahora nos encontraríamos en una fase de mayor tranquilidad en la que el mercado ha adquirido unos perfiles completamente reconocibles y, en cierto modo, previsibles.

Lo interesante de todas estas propuestas es que se ha abierto un abanico de posibilidades antes inexistente, gracias a la aparición de una panoplia de dispositivos caracterizados por la movilidad y la conectividad. El ámbito educativo ha sido uno de los más beneficiados, como muestra la gran cantidad de instituciones que están desarrollando aplicaciones y programas específicos para el consumo a través de dispositivos móviles.

Un ejemplo interesante de modelo educativo es el representado por Milestone (http://www.milestonedocuments.com/) para el estudio de la historia. Se trata de un sitio web donde se ofrecen distintos tipos de cursos con todo el material necesario para su desarrollo. Cada curso cuenta con un profesor responsable y una programación donde figuran los materiales que se han de consultar. Lo interesante es la contextualización de cada uno de estos materiales y la proyección de perspectivas desde las que se abordan. El modelo seguido por Milestone permite diseñar los materiales de un curso a partir de una extensa colección de fuentes primarias, de tal manera que el profesor puede crear su propia cubierta y añadir los recursos opcionales que estime oportuno.

En esta misma línea trabajan otras empresas editoriales como Alexander Street Press (http://alexanderstreet.com/), que combina las competencias del editor tradicional con las del gestor de información, desarrollador de programas y editor electrónico, con el fin de crear colecciones digitales de carácter temático con finalidades docentes. Una de sus particularidades es la indexación de todos los recursos, lo que permite desarrollar búsquedas precisas y exhaustivas. El servicio de Semantic Indexing facilita el análisis y la recuperación de la información de una manera bastante eficiente. En la actualidad cuenta con 80 colecciones que abarcan varios millones de páginas, audios, vídeos, imágenes, listas de reproducción y sitios web. La empresa ha recibido numerosos reconocimientos como «Best New Product» y «Best Content» por parte de The Charleston Advisor; cuenta con numerosas referencias en Library Journal’s «Best of the Year» lists; ha sido «Product of the Month» de History News Network y varias veces premiado como «Outstanding Academic Title».

Aunque quizá uno de los proyectos más interesantes en el ámbito del libro electrónico es Biblioboard (http://bibliolabs.com/). Esta empresa ofrece antologías sobre un tema específico constituidas por todo tipo de documentos (libros electrónicos, imágenes, audios, vídeos, etc.), disponible tanto en la Web como en aplicaciones para Ipad y dispositivos Android. Para la elaboración de las antologías se utiliza la herramienta de edición gratuita BiblioBoard Creator (http://biblioboard.com/creator/), con la que se ha creado, por ejemplo, la British Library 19th Century Historical Books Application. Estas antologías están constituidas por cientos de recursos de todo tipo, muchos de ellos de dominio público, a los que se accede mediante una interfaz visual sumamente atractiva, aderezada por un sistema de orientación temática altamente eficaz. La posibilidad de consultarla desde dispositivos móviles como el Ipad le confiere un valor añadido por cuanto hace posible una lectura permanentemente conectada. La aplicación permite consultar la biblioteca general por categorías y crear un archivo personal a partir de los materiales que se van adquiriendo o visionando. Cada uno de los temas a su vez constituye un archivo de recursos de todo tipo (libros, artículos, imágenes, etc.).

 

Referencias

Cordón García, J.A. ; Gómez Díaz, R.; Alonso Arévalo, J. (2011). Gutenberg 2.0: la revolución de los libros electrónicos. Gijón: Trea,  

Cordón García, J.A. (2011) La revolución del libro electrónico. Barcelona: UOC,  

Cordón García, J. A.; Carbajo Cascón, F.; Gómez Díaz, R.; Alonso Arévalo, J. (2012) Libros electrónicos y contenidos digitales en la sociedad del conocimiento: Mercado, servicios, y derechos. Madrid: Pirámide, 2012

Benedict Evan. Mobile is eating the world. Andreesen; Horowitz, 2014. http://www.slideshare.net/a16z/mobile- 

Guía Mobile learning [e-Book]. Madrid, Fundación Telefónica, 2013. http://laboratorios.fundaciontelefonica.com/wp-content/uploads/2013/01/Guia_MobLearning.pdf 

Fecha de ultima modificación: 2014-11-19