Concepto

Escrilector o lectoautor son términos utilizados como correlatos del vocablo inglés wreader –cuya composición responde a un juego entre writer (escritor), weave (tejido) y reader (lector)– y tienen su origen en el estudio de los nuevos roles que la ciberliteratura asigna al autor y al lector. Más concretamente, el escrilector o lectoautor hacen referencia a la participación del lector en el proceso creativo de la obra al mismo nivel que el autor, convirtiéndose en coautor de la misma.

Se trata, pues, de un nuevo perfil que parte de su concepción como «constructor» en una escritura participativa. Ya en 1991, Jay David Bolter llamaba la atención sobre la nueva situación colaborativa del lector, aunque en ese momento Bolter hacía referencia al nivel de implicación en la selección e itinerarios en el proceso de lectura (Pajares Tosca, 2004). Posteriormente, Michael Joyce (1995) especificaba dos tipos de interac- ción de los lectores en el hipertexto: la exploración y la construcción, diferenciando actividades que tenían claramente resultados diferentes.

Para Jaime Alejandro Rodríguez (2003), el texto digital abre un camino hacia la escri-lectura difícil de invertir, pues establece una nueva dinámica en la literatura que transforma las tradicionales implicaciones que el hecho literario tenía con los proce- sos de lectura y escritura: «Los roles –afirma– se reconfiguran y ya no puede hablarse de un escritor y de un lector como entidades separadas, sino de un escrilector, alguien que despliega una inteligencia colectiva y produce sus propios textos de forma casi simultánea a su recepción».

 

Análisis

El concepto de escrilector se basa fundamentalmente en el hecho de que el nuevo paradigma abierto por la ciberliteratura permite la participación del lector en el proceso creativo y le propone acciones hasta ahora no contempladas. Espen Aarseth (2004: 121) llega incluso a definir al lector del cibertexto como jugador entendiendo que «el cibertexto es un juego-mundo o un mundo-juego».

No obstante, la ciberliteratura ofrece diversos grados de interacción, no dando siempre como resultado la transformación del texto literario resultante. El hecho de que el lector pueda elegir entre diversos itinerarios no altera una obra que previamente está establecida, en la que solo se ofrecen distintas posibilidades de lectura–todos los resultados están previstos–, pero nunca se llega a alterar el texto.

Por otra parte, aquellas obras en las que el lector puede crear su propio texto, a través de la elección de palabras o secuencias que se muestran alternativamente, tampoco implican una verdadera acción creativa –aunque sí un proceso de cons- trucción paralelo–, al no incidir en el texto original: esto es, si el usuario vuelve a entrar, el texto no ofrece ninguna alteración, con independencia de que pueda ofrecer todas las composiciones realizadas por los usuarios en un formato, por ejemplo, de blog. La lectoescritura, por lo tanto, implicaría la cooperación y la coautoría textual explícita, materializada en la configuración de un nuevo texto, siendo un número de obras sensiblemente más reducido las que proporcionan esta opción.

Estrechamente ligados a este contexto, los conceptos de polifonía (Albaladejo, 2009 a) o hiperfonía aplicados a los cibertextos aluden a las distintas voces que pueden entrecruzarse tanto en el texto como en su creación. Doménico Chiappe (2008) propone incluso una clasificación en la que se distingue entre escritor electrónico o digital –aquel que utiliza el teclado del ordenador–, escritor multimedia –que busca narrar en distintos planos artísticos y se sirve de la plataforma digital para unir esos planos– y, por último, escritor hipermedia, que interactúa con el lector concediéndole un rol protagonista y con el que comparte la autoría de la obra.

Esta identificación de tres modos o formas de creatividad nos lleva a subrayar otra distinción importante: la que diferencia este proceso creativo explícito que atañe al escrilector y aquel que surge de la recepción y que hace referencia a la lectura como actividad constructiva, esto es, al hecho de que cada lector genera su propio texto cuando lee. El concepto de obra abierta propuesto por U. Eco haría referencia a planos diferentes, por cuanto el marco de referencia es la explicación de un proceso intelectual complejo (que atañe a la propia definición de lectura) y no a una escritura efectiva que modifique materialmente el texto que estamos leyendo.

 

Implicaciones

La cuestión de la creatividad y la interacción de los lectores con el texto literario a la luz de esta nueva dimensión abre caminos aún incipientes, pero que pueden llevar a aplicaciones específicas en distintos campos. Las herramientas proporcionadas por el mundo digital pueden tener utilizaciones muy diversas y son aplicables a todas las materias. No es extraño que las posibilidades abiertas por el hipertexto, tanto en la creación de obras como en la difusión de las mismas, hayan sido rápidamente asimiladas en terrenos como el de la docencia. Las aplicaciones didácticas del hipertexto, como estructura que permite condensar informaciones de índole diferente alrededor
de un texto base, junto a otros recursos como foros, wikis o webquest, optimizan la participación del alumnado en actividades de construcción-reconstrucción, en grupo o individualmente.

El aprendizaje interactivo o participativo se ha convertido en una de las claves de las nuevas vías de enseñanza, sobre todo a partir de la identificación de unos alumnos cuya familiarización con el medio digital los ha llevado a ser denominados «nativos digitales». A ello se unen los blogs participativos, los chats, las plataformas de aprendizaje (entornos de aprendizaje), la Web 2.0 y otras herramientas que posibilitan el diseño de ejercicios de distinta naturaleza y con distintos fines. La utilización de la plataforma de moodle en las universidades o los talleres de lectura y escritura disponibles en la Web o los glogsters son buen ejemplo de este tipo de aplicaciones.

Lo que se persigue esencialmente es que el alumno no solo acceda a la información, sino que construya información. Si bien es cierto que el resultado de estas prácticas no son textos ciberliterarios, el procedimiento es similar, pues implica la producción de información de una determinada índole, incidiendo en la importancia del diseño participativo de los ejercicios.

A continuación se presentan algunos ejemplos basados directamente en la utilización de hipertextos para el aprendizaje literario. Solo el primer caso responde a un taller de creación de literatura digital, los demás corresponden a diversas posibilidades de utilización didáctica del hipertexto:

Taller de narrativa digital. Universidad Javeriana (véaseCiberliteratura). http://www.javeriana.edu.co/relato_digital/r_digital/taller/taller_index.htm 

Experiencia docente con hipertextos en la UOC (Universitat Oberta de Catalunya). Laura Borrás explica la experiencia llevada a cabo en el año 2001 junto con otros profesores en el contexto de la enseñanza de la literatura. Básicamente se ofrecen al alumno tres bloques que contienen una selección de textos y fragmentos a modo de antología en torno a un tema diseñado y trabajado por cada uno de los profesores implicados. Se trata de textos y comentarios que tienen una conexión entre sí y que, por ejemplo, ofrecen diversas perspectivas desde las que la literatura ha abordado un tema. Tras hacer a los estudiantes navegar por los mismos, además de discutir, razo- nar o argumentar en los foros disponibles, se les pide que hagan su propio hipertexto de lecturas. Descripción más detallada de este proyecto: Borrás, L. (2008), «Usos del hipertexto en la enseñanza de la literatura. El ejemplo de la UOC», en Tortosa, V. (ed.), Escrituras digitales. Tecnologías de la creación en la era virtual.

Hipertextos educativos.El caso de «Portrait of the artist as a Young Man», de James Joyce. Experiencia docente llevada a cabo por Susana Pajares Tosca en 2001. A partir de este texto literario se organizan cuatro hipertextos complementarios cuya función es hacer que los estudiantes se detengan en determinados aspectos de la obra una vez que esta ha sido leída. Ellos deben además colaborar, enlazando sus contribuciones en cada apartado. Básicamente, las líneas estratégicas apuntan hacia:1. Exploración del texto. 2. Sentido estético y análisis de los motivos. 3. Conexiones con pre-textos de la misma obra. 4. Material crítico sobre la misma. Puede leerse con detalle en Pajares Tosca, S. (2004), La literatura digital. El paradigma hipertextual.

Taller digital de la Universidad de Alicante. http://www.eltallerdigital.com/es/index.html  es una spin‑off de la Universidad de Alicante creada en 2004. Proporciona un espacio en el que el usuario puede acceder a publicaciones digitalizadas de difícil difusión (tesis doctorales, por ejemplo) y a un espacio de consultoría sobre distintos temas, incluida la programación en diversos ámbitos. Colabora con grupos de investigación y realiza desarrollos relacionados con la aplicación de las TIC a la docencia.

 

Referencias

Aarseth, E. (2004), «La literatura ergódica», en Sánchez Mesa, D. (ed.) (2004), Literatura y Cibercultura, pp. 111-145, Madrid: Arco Libros.

Albaladejo, T. (2009 a), «La poliacroasis en la representación literaria. Un componente de la retórica cultural», Castilla, Estudios de literatura, 0, pp. 1-26.

Albaladejo, T. (2009 b), «Literatura y tecnología digital: producción, mediación, interpretación», www.cervantesvirtual.com.

Chiappe, D. (2008), «Literatura hiperfónica y multimedia», Letras libres, n.º 78.

Pajares Tosca, S. (2004), Literatura digital: El paradigma hipertextual, Cáceres: Universidad de Extremadura.

Rodríguez Reyes, C. (2005), «Hipertexto y literatura en Red. El relato digital, los escrilectores y la Cibercultura», en Textos, Revista de la Cibersociedad, 7, http://www.cibersociedad.net./ 

Rodríguez Ruiz, J. A. (2009-2012), El hipertexto de ficción, recursostic.javeriana.
edu.co/multiblogs2/jaimealejandrorodriguezruiz/2009/02/14/el-hipertexto-deficcion/.

Rodríguez Ruiz, J. A. (2009-2012), La narrativa digital,http://www.javeriana.edu.co/relato_digital/  

Rodríguez Ruiz, J. A. (2012), Conceptos teóricos sobre el hipertexto. Cuestiones en torno a
una pragmática en el ambiente hipertextual, http://www.javeriana.edu.co/relato_digital/r_digital/teoria/teoria_index.htm. 

Fecha de ultima modificación: 2014-04-28