Literatura infantil y juvenil 2.0 (LIJ 2.0)

Concepto

LIJ 2.0 –Literatura infantil y juvenil en la web social–es un término de reciente creación mediante el cual se alude a todo el conjunto de transformaciones producidas en la LIJ por las nuevas realidades digitales, principalmente las dinámicas de participación, comunicación y acceso a productos culturales a través de la Red.

Aunque ya se habla de Web 3.0-Semántica y Web 4.0-Ubicua para referirse a las nuevas posibilidades de Internet y los recientes dispositivos de acceso a esta, pro- ponemos conscientemente la denominación LIJ 2.0 como término que engloba el amplio y complejo conjunto de nuevas dinámicas frente a la red tradicional. Esta noción de uso generalizado entre el público no especializado está adquiriendo un gran protagonismo en el seno de la comunidad académica, sobre todo en el ámbito de la investigación en didáctica de la literatura gracias al trabajo pionero de Ibarra y Rovira (2011), publicado como número monográfico destinado a la LIJ 2.0 en la revista de literatura Primeras Noticias y con una gran repercusión en las redes sociales.

La principal característica de LIJ 2.0 radica en la participación del individuo que adquiere un protagonismo esencial desde diferentes posibilidades, como la crea- ción de sus espacios en la Red, el comentario de las aportaciones de otros y el intercambio de sus experiencias con el resto de usuarios. Más allá de las nuevas herramientas, de la eclosión de blogs y wikis en la primera etapa, y el éxito de servicios de redes sociales y microblogging en la segunda, el componente fundamental obedece a las posibilidades de participación y a las características propias de la LIJ en Internet que le confieren un carácter específico a este espacio 2.0.

Análisis

La posibilidad de participación en la Web 2.0 de cualquier individuo nos conduce a plantear múltiples perfiles que han visto modificada su actuación respecto a la LIJ. Los escritores pueden lanzar sus obras completas o fragmentos de estas sin necesi- dad de una editorial, los ilustradores aprovechan las capacidades del multimedia para mostrar sus creaciones y las editoriales pueden conocer más fácilmente la opinión de los lectores. Pero además cualquier lector puede ofrecernos sus reseñas y comentar las entradas de otros, pasando de la estética de la recepción en Internet (García Rivera y Martos Núñez, 2003) a la estética de la interactividad (Borràs, 2004). Las bibliotecas pueden dinamizar las lecturas, y encontramos miles de ejemplos de cuentacuentos en repositorios de vídeos como YouTube o Vimeo.

Observamos también multitud de blogs especializados en la temática, centrados en su estudio desde diferentes perspectivas:

• creación, como el Falso Diario de Alfredo Gómez Cerdá, http://www.almezzer.com/blog/ , o el Mono de trabajo de Pablo Auladell, http://pabloauladell.blogspot.com.es/;

• crítica y noticias, http://darabuc.wordpress.com/  de Gonzalo García, y http://www.lij-jg.blogspot.com.es/  de Jorge Gómez Soto;

Implicaciones

Existen claras diferencias entre el destinatario de la LIJ y el de la literatura general, porque en las obras para adultos la comunicación se produce entre iguales: autor y lector se comunican un texto en un contexto del que ambos forman parte. En las obras infantiles, sin embargo, la comunicación se produce entre un autor y un lector que no son iguales, porque el lector es un niño al que escribe un adulto y porque, además, el lector-niño no siempre elige sus lecturas, ya que, sobre todo en las pri- meras edades, no tiene las condiciones necesarias para hacerlo, al ser un lector que no ha terminado de madurar y de desarrollar sus capacidades, ni en el proceso de construcción de la personalidad, ni en el proceso lector, y en el que su capacidad connotativa es limitada.

Es decir, la LIJ se dirige a unos lectores específicos por su edad: de acuerdo a la teoría de los «polisistemas» (Even-Zohar, 1978) sería una literatura «de frontera o periférica», como lo son la literatura oral, o la comercial, o la «rosa», frente a la literatura
«canónica», que ocupa el centro del sistema y no busca un lector específico. Como casi todas las literaturas periféricas, la LIJ se coloca en el lugar del lector (Lluch, 2003).

En el aprendizaje literario escolar debemos recordar que, tanto en la infancia como en la adolescencia, se dan niveles diferentes y progresivos en las capacidades de comprensión lectora y de recepción literaria. En los primeros años de vida, el niño aprende y escucha nanas, juegos mímicos, adivinanzas, trabalenguas, oraciones, cuentos maravillosos, canciones, etc., además de acceder directamente, con la ayuda de un mediador adulto cercano, a libros de imágenes y álbumes ilustrados.

La primera selección de lecturas escolares debería tener en cuenta ese caudal de textos, porque los niños los asumen como propios y porque en algunos de ellos, como los cuentos maravillosos, reconocen sus miedos, sus deseos o sus anhelos; de ahí, la importancia que tiene ese período que llamamos de la «prelectura», o las primeras lecturas en las que los adultos cuentan o leen en voz alta relatos y cuentos a los niños más pequeños. No olvidemos que la LIJ hunde buena parte de sus raíces en el cuento tradicional.

La LIJ es, por ello, fundamental en los inicios de la formación literaria, porque se dirige a unos lectores específicos diferenciados por su edad y porque ofrece lecturas literarias que posibilitan la construcción de un primer mundo imaginario del niño, dando respuesta así, desde muy temprano, a la necesidad de imaginar de las personas, que es una necesidad básica en las primeras edades, porque en la infancia aún no se tiene la experiencia vivida que tienen los adultos. Son las primeras lecturas en el camino del aprendizaje literario, que tendrán su continuación con las primeras experiencias literarias escolares, que suelen iniciarse cuando el niño accede al lenguaje escrito, lo que supone una fase nueva en su aprendizaje, ya que su experiencia literaria se ampliará con nuevas experiencias lectoras, las de los textos escritos (Cerrillo, 2010: 121-129).

Referencias

Borràs, L., 2004; NO HAY COINCIDENCIAS

Ibarra, N. y Rovira Collado J. (coords.) (2011), Especial LIJ 2.0 Primeras Noticias
de Literatura, Barcelona: Comunicación y Pedagogía.

Rovira, J., 2011; ; NO HAY COINCIDENCIAS

García Rivera, G. y Martos Núñez, E., 2003; NO COINCIDEN FECHAS

Martos Núñez, E. y García Rivera, G. (2000), «Códigos prosopográficos y sus
variaciones en los géneros narrativos populares», Lenguaje y textos, 16, pp. 17-30.
Lluch, G., Barrena, P. y Romea Castro, C., 2007.NO HAY COINCIDENCIAS. ¿ES
ESTE?

Lluch, G. y Barrena, P. (2006), «Lectura y literatura infantil y juvenil en la sociedad
globalizada», 15.as Jornadas de Bibliotecas infantiles, juveniles y escolares,
Salamanca: Fundación Germán Sánchez Ruipérez.

Fecha de ultima modificación: 2014-03-17