Concepto

El término pedagogía proviene de los vocablos griegos paidós (‘niño’) y agó (‘guiar’). Las primeras connotaciones semánticas de este término se asociaron al acompañamiento y conducción de la infancia por el curso de la vida, con propósitos instructivos y recreativos, tareas de las que se ocupaban el gimnasio o la skholé, lugares de formación y ocio.

Posteriormente, esta acepción originaria derivaría hacia actividades y responsabilidades diversas, en las que fueron encontrando acomodo concepciones y prácticas que van desde la consideración de la pedagogía como el «arte» de instruir, enseñar o educar, hasta su apreciación como una «ciencia» que se ocupa de la educación y de las múltiples formas de educar y educarse a lo largo de la vida de las personas, con especial énfasis en los procesos de enseñanza y aprendizaje, en distintos contextos y realidades.

Desde los inicios del siglo XVIII, se pone el énfasis en la identidad y entidad científica de la pedagogía, como un saber o conjunto de saberes acerca de la educación, frente a su mero tratamiento como un arte, llegando a ser reconocida como la «ciencia de la educación», cuyos discursos teóricos y consecuencias prácticas integran contenidos, principios, métodos, etc., que comparten los supuestos epistemológicos y metodológicos de las ciencias de la educación y, por extensión, de las ciencias sociales y humanas.

Es este un enfoque del que hay importantes antecedentes en el pensamiento filosófico y político que se extiende desde la Grecia clásica hasta nuestros días, con aportes de especial relieve en la obra de autores como Comenio (1592-1670), Kant (1724-1804), Pestalozzi (1746-1827) y Herbart (1776-1841).

En la actualidad, la persistente búsqueda de argumentos que fundamenten el estatuto de cientificidad de la pedagogía ha permitido que esta pueda ser incluida en las taxonomías o clasificaciones de las ciencias, y se sistematicen sus saberes, haciendo uso de métodos de investigación y delimitando con cierta precisión su objeto de estudio, formal y abstracto: la educación, en lo que esta tiene de reflexión y acción, de realidad y proceso, de teorética y de praxis (Benner, 1998).

Análisis

Para Wilfred Carr (1996: 112), cuando se nombra la pedagogía no se puede obviar que se trata de una «ciencia de la educación», que investiga o trata de aportar conocimiento sobre «una actividad práctica, conscientemente desarrollada, que solo puede identificarse y entenderse con referencia al significado que tiene para quien la practica», a lo que se añade el propósito de «elaborar teorías que expliquen y resuel- van los problemas a los que da lugar la práctica de esa actividad». Dos perspectivas en las que se evidencia que es un saber práctico –y, por tanto, no solo reflexivo o normativo–, referido a un quehacer social –la educación–, con las múltiples caracterizaciones, manifestaciones o dimensiones a las que puede dar lugar.

En este sentido, cabe señalar que la palabra «pedagogía» sustantiva una amplia gama de disciplinas, especializaciones, contenidos, ámbitos del conocimiento y de la práctica educativa que tratan de acomodar sus propuestas a la realidad social y cultural de la sociedad en toda su complejidad, eludiendo su reduccionista equiparación a lo curricular, lo escolar o a unas determinadas etapas de la vida de las personas. De ahí que se insista en la necesidad de su apertura al amplio escenario que dibujan las relaciones educación-sociedad, con sus diferentes actores y agentes, en los tiempos y espacios que articulan la sociedad red, dando respuesta a los viejos y nuevos desafíos que emergen de la vida cotidiana, local y mundialmente.

Las contribuciones realizadas en las últimas décadas por los colectivos y movimientos de renovación pedagógica, muchas de ellas concretadas en las reformas e innovaciones educativas que se han venido suscitando desde los inicios del siglo XX, son un legado rico y heterogéneo, en el pensamiento y en la acción, con la intención –más o menos explícita– de cambiar la educación en una sociedad que cambia.

Implicaciones

La pedagogía y lo pedagógico proyectan sus saberes sobre un amplio conjunto de iniciativas y realizaciones, de muy diverso alcance educativo, cultural, cívico, político, ético o institucional (Caride, 2010). Entre estas iniciativas y realizaciones son de destacar las siguientes:

• Las que han propiciado el desarrollo académico-disciplinar del conocimiento pedagógico en las universidades, en materias y programas docentes orientados a la formación de una variada gama de profesionales de la educación: maestros, profesores, pedagogos, educadores sociales, psicopedagogos, orientadores, animadores, mediadores, etc. En este registro sobresale la creación, en 1904, de la cátedra de Pedagogía Superior en la Universidad Central de Madrid, que sería ocupada por Manuel Bartolomé Cossío.

• Las que posibilitan un desempeño profesional diferenciado o especializado en distintos servicios, instituciones, programas, etc., concretando en la vida cotidiana de nuestras sociedades un variado elenco de funciones y tareas que contribuyen a la formación de los ciudadanos y a la mejora de la educación, dentro y fuera de los sistemas escolares.

• Las que han favorecido el surgimiento y la consolidación de líneas de investigación educativa, publicaciones, colectivos, asociaciones o sociedades científicas de ámbito nacional e internacional, con importantes derivaciones hacia la transferen- cia del conocimiento científico y su aplicabilidad, con una perspectiva general o especializada en teoría de la educación, la historia de la educación, la didáctica, la pedagogía social, la educación comparada, la política educativa, el diagnóstico y la orientación en educación, la formación del profesorado, la organización escolar, los procesos de enseñanza-aprendizaje, la utilización de las tecnologías de la información y la comunicación, etc.

Buena parte de las implicaciones prácticas de la pedagogía y de lo pedagógico en la vida cotidiana de las personas tiene en la lectoescritura una de sus principales fortalezas, al ser uno de los saberes más poderosos en la construcción de los procesos de enseñanza-aprendizaje, en la interpretación del texto y del mundo, de las palabras y sus significados, sobre todo en la que hemos dado en llamar «sociedad de la información y del conocimiento».

 

Referencias

Benner, D. (1998), La Pedagogía como ciencia.
Teoría reflexiva de la acción y reforma
de la praxis, Barcelona: Ediciones Pomares-
Corredor.

Caride, J. A. (2010), «Pedagoxía», en Caride,
J. A. y Trillo, F. (dirs.), Dicionario Galego de
Pedagoxía, pp. 449-452, Vigo: Galaxia-
Xunta de Galicia.

Carr, W. (1996), Una teoría para la educación.
Hacia una investigación educativa crítica,
Madrid: Morata.

Fecha de ultima modificación: 2014-02-25